ADMITE TUS ERRORES ANTES DE QUE OTROS LOS EXAGEREN
Da igual lo que hayas hecho. Da igual si crees que tienes razón. Si alguien te ha señalado con el dedo lo primero es preguntarte si tiene motivos. Todo sea luego que quien señala sea simplemente un imbécil, pero mirarse a uno mismo no está de más. Es normal que al principio ofenda una acusación abierta, sea por el motivo que sea, lo común es sentirse atacado, pero cada uno vive una realidad distinta. No somos santos, eso está claro, y más de uno nos encendemos cuando nos llevan la contraria, pero una vez pasado el tiempo de enfurruñamiento ciego y atropellado, estaría bien observar todo desde el punto de vista más objetivo posible ¿no?. Fuera orgullo, fuera arrogancia o soberbia y más autopreguntarse qué pasa, más tratar de entender las cosas. Sí es cierto que cuesta mantener la intención de arreglar algo cuando todo va contracorriente, pero es precisamente en esos momentos cuando más se necesita salir del pozo. Asumir las equivocaciones propias casi siempre es un alivio y