Nacha Abaitua - Creación y gestión de contenido online.

Todos tenemos conversaciones pendientes, ya sea con nuestros padres, un amigo que dejó de serlo sin saber por qué o simplemente con alguien a quien alguna vez debimos darle una explicación y no nos atrevimos. Alvaro González-Alorda, licenciado en comunicación y orador profesional, aborda el tema en una de las conferencias del programa TED, y lo que dice es cierto, aun así, existen otros factores a tener en cuenta. ¿Por qué se nos hace tan difícil comunicarnos? ¿Dónde está el problema? Lo más probable es que esa persona que tiene algo que decir sea cobarde, que prefiere no abrir la boca y dejar las cosas como están, mejor malo conocido que bueno por conocer ¿no?. Sí, puede que sea el miedo el que actúe a veces, pero ¿y si el problema está en que quien escucha no sabe hacerlo? La cosa no es que no sepan hablar, tal vez permanecen callados porque saben que el de enfrente no entenderá lo que traten de explicarle. Siempre que he oído hablar de este tema, lo que se intenta cambiar

No te pido que te enamores de mí.  No te pido que me regales cosas ni me sorprendas por San Valentín. No te pido que limites tu tiempo a mí ni dejes a tus amigos de lado. Tampoco te pido que me digas "buenos días" cada mañana ni que te despidas cuando vayas a dormir. No te pido que me cuentes a dónde vas y con quién, y mucho menos te pido que me des explicaciones. No te pido que me invites cuando salgamos a cenar y que si lo haces, te pido que me dejes pagar a mí la próxima vez. No te pido que te pongas guapo porque vayas a pasar un rato conmigo o que me digas a mí que lo estoy cada vez que nos veamos. No te pido que seas diferente cuando estemos juntos a cómo lo eres en casa. No te pido romanticismo ni tampoco "un para siempre", pero ni ahora ni nunca. Todo lo contrario. Te pido una oportunidad. Desde luego,  no te pido un "te quiero" vacío, prefiero un "no me puedes gustar más" que te salga de dentro. Te pido que me dejes entrar en tu mund